miércoles, 7 de septiembre de 2011

Un pupitre vacío, una foto y un acróstico

Su asiento está vacío. Es él único de la clase que no está ocupado. En la pared, justo al lado del pupitre, hay un pedazo de cartulina, donde hay escrito un acróstico con su nombre: Gema.

El último año de la academia Luis Alfredo Carbajal no es el mismo.
La risa, la alegría y las ganas de estudiar fueron reemplazadas por la tristeza, depresión y el miedo.
Las amigas de Gema Zambrano, quien fue violada y degollada la mañana del miércoles 31 de agosto, no quieren hablar del tema.
Demuestran temor cuando alguien se les acerca.
Están tristes y espantadas por la forma como murió su "parcera", la que con sus chistes ponía ese toque de humor en clases..

su última nota
fue un 17. Pero no solo es recordada por sus compañeras, sino también por sus profesores.
Magaly Parrága revisaba la última evaluación tomada. La primera hoja era de Gema.
La leyó, recordó a su alumna y la volvió a guardar. Su calificación fue de 17 en Educación Vial. "No pude seguir revisando la evaluación", recuerda.
El día de su muerte sus amigas se preguntaban porqué Gema no había llegado a clases.
Estaba entusiasmada porque ya tenía varios clientes a quienes le tinturaba en cabello.
Ese día, la inspectora Alida Morán tomaba la asistencia.
Gema era la última de la nómina.
Tocó el turno de contestar "presente" a Gema Zambrano Macías, pero lo que escucharon fue un flash informativo en las radios.
"Una menor de 14 años fue violada, estrangulada y degollada dentro de su casa", reportaban los medios.
La atención de la inspectora y alumnas se desvió a lo que decían las radios.
Fue cuestión de segundos para que el nombre de la persona que nombraron en la lista se escuchara, en ese mismo instante, en los medios radiales.
"La fallecida es Gema Zambrano Macías, de 14 años de edad...", se escuchó.
Nadie lo creía. Todos se quedaron sorprendidos de lo que escuchaban.
Creían que era una coincidencia, pero no fue así: Gema estaba muerta.
Hoy se cumplen 9 días de la muerte de Gema.
Su banca sigue vacía, al igual que los corazones de sus compañeras.
Ese lugar es muy difícil de reemplazar, aseguran.
Y así transcurre un día de clases en la academia, con la tristeza de haber perdido una amiga, una alumna, una compañera y con su foto en la pared acompañada de la frase: Siempre te recordaremos GEMA. 

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